L’EXTRAORDINAIRE HISTOIRE DU SOUS-MARIN C-2

Historien, Patrick Gourlay a enquêté sur un épisode de la guerre d’Espagne à Brest : en 1937, un commando franquiste a voulu s’y emparer d’un sous-marin républicain. Un livre passionnant.

L’ouvrage de Patrick Gourlay ferait un excellent scénario de film. « Cela se lit comme un roman d’espionnage, commente son éditeur, Erwan Chartier, de Coop Breizh, mais tout est vrai ! » Professeur d’histoire-géographie et déjà auteur de plusieurs ouvrages sur l’histoire politique de la Bretagne, Patrick Gourlay s’est intéressé à ce sous-marin républicain arrivé dans le port de Brest le 29 août 1937.

« Je savais juste qu’il y avait eu un sous-marin espagnol à Brest. J’ai trouvé étrange cette histoire. J’ai commencé à creuser. » Et l’historien, originaire de Brest, est allé de surprise en surprise, avec cette rocambolesque expédition du commando franquiste.

« Mingua l’audacieuse »

La flotte de la République espagnole avait six submersibles nommés C-1, C-2, etc. Les Franquistes n’en avaient pas. Le C-2 avait fui l’avancée des nationalistes. Victime d’une avarie, le sous-marin et ses 46 hommes d’équipage étaient parvenus jusqu’à Brest. Son jeune commandant de 29 ans, José Luis Ferrando Talayero, entendait le faire réparer. Les autorités françaises surveillaient ce bâtiment amarré au 5e bassin.

« Début septembre, le commando franquiste, mené par le commandant Julian Troncoso, un maître-espion, et aidé de deux Français membres de la Cagoule, va commencer ses repérages », poursuit Patrick Gourlay. Le commandant du sous-marin a pris ses habitudes à Brest : après quelques parties d’échecs rue de Siam, il fréquente régulièrement l’Ermitage, le café-dancing de la rue Colbert.

L’Ermitage existe toujours, quasiment au même endroit. Il s’appelle désormais le Stendhal. Ses deux cogérants, René Guéguen et Pascal Artero ont ainsi appris que l’établissement, créé par leur grand-père en 1932, a été au centre de l’affaire. « On n’avait jamais entendu parler de cette histoire dans la famille », avouent les deux cousins. Ils ont retrouvé une photo de l’époque, qui figure dans le livre, et ont montré à l’historien la maquette de l’Ermitage réalisée par le père de l’un d’eux.

« Les franquistes voulaient retourner le commandant, poursuit l’historien. Et pour cela ils comptaient sur « Mingua l’audacieuse », une entraîneuse italo-espagnole et acquise à la cause des nationalistes. » Le commandant acceptera effectivement de rejoindre le camp franquiste. Mais l’attaque du sous-marin, le 18 septembre, échoua. Parce que les anarchistes espagnols de la CNT avaient dépêché leurs propres agents à Brest.

 

Photo de presse.

Le C-2 en rade de Brest (photo personnelle).

 

Des espions partout

« J’ai découvert, dans des archives aux Pays-Bas, qu’ils avaient infiltré le commando franquiste. La CNT avait deux espions qui lui rendaient compte de tout! » L’historien évoque aussi la mobilisation des communistes et anarchistes brestois pour protéger le sous-marin républicain arrivé dans un port qui avait déjà accueilli plusieurs navires chargés de réfugiés espagnols.

« Cette affaire a eu un énorme retentissement dans la presse française et même internationale. » D’autant que les membres du commando franquiste, dont un fut tué lors de l’assaut, furent arrêtés et jugés à Brest pour… transport et usage d’armes de guerre.

L’enquête dévoile aussi ce que devint le redoutable Troncoso une fois Franco au pouvoir. Et aussi l’étonnant parcours d’un des deux cagoulards qui devint un grand résistant, puis maire d’une commune du Finistère.

 

 

Nuit franquiste sur Brest, Patrick Gourlay, préface de Roger Faligot, 147 pages, avec carte, chronologie, sources, bibliographie, 12,50 €, éditions Coop Breizh.

Yannick GUÉRIN

 

Nuit noire sur Brest, roman graphique inspiré du livre de Patrick Gourlay, adaptation, scénario et dialogues de Bertrand Galic et Kris, Editions Futuropolis, 2016.

 

 

Source :

http://www.ouest-france.fr/bretagne/brest-29200/lextraordinaire-histoire-du-sous-marin-c-2-749247

EL EXILIO ESPAÑOL DE LA A a la Z

« L’Exil espagnol de A à Z ».

Un volumineux dictionnaire en quatre volumes sur l’exil espagnol vient d’être publié. Fruit du travail effectué par 102 chercheurs pendant vingt ans : « Dictionnaire biobibliographique des écrivains, éditeurs et revues de l’exil républicain de 1939 ». L’ouvrage recence l’oeuvre de 1191 écrivains forcés par l’exil dans le monde, il comporte également des cartes de l’exil.

Article suggéré par Alice C.


 

 

Un grupo de investigadores publica un monumental diccionario en el que han trabajado durante veinte años y que rescata a los escritores desterrados tras la Guerra Civil

EVA DÍAZ PÉREZ
Sevilla 14 JUN 2017

 

De izquierda a derecha, Emilio Prados, José Moreno Villa y Luis Cernuda, en la casa de Manuel Altolaguirre en México, en los años cincuenta. ARCHIVO MORENO VILLA

El “viento sucio de la Historia”, como decía Salinas, los arrojó al otro lado del mundo. Tenían la maleta detrás de la puerta, no compraban muebles en sus casas de desterrados porque eso sería renunciar al regreso a España cuando muriera Franco. Pero Franco no se moría. Y ellos comenzaron a habitar en los cementerios del exilio.

¿Qué fue de los desterrados españoles? ¿Dónde se guarda su memoria? Un grupo de investigadores lleva veinte años trabajando en una obra que es un monumento a esa memoria olvidada y que ahora sale a la luz. El Diccionario Biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, publicado por la editorial sevillana Renacimiento, es la propuesta para viajar por esos recuerdos del exilio intelectual, el atlas de los mapas del destierro. Casi 1.500 entradas que se adentran en la vida y la obra de 1.191 autores españoles que tuvieron que huir de España tras la Guerra Civil.

El libro, que se presentará hoy en el Ayuntamiento de Sevilla con el respaldo del Centro de Estudios Históricos de Andalucía aprovechando el Día de la Memoria, es un trabajo colectivo del Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL), adscrito a la Universitat Autònoma de Barcelona. Un total de 102 investigadores que participan en un ambicioso proyecto editorial del que ya han salido interesantes trabajos de rescate de la obra perdida de estos escritores.

Deuda moral

El grupo GEXEL se creó en 1993 para reconstruir la memoria cultural del exilio republicano de 1939. Era un proyecto de intención académica pero que también tenía implicaciones éticas y políticas al considerar que España tenía que saldar una deuda moral con “aquellos españoles que pagaron con el destierro forzoso su fidelidad a la legalidad democrática republicana”, según argumentaban en el manifiesto de creación.

 

Exiliados españoles, que viajaban en el barco Sinaia, a su llegada a Veracruz (México), el 13 de junio de 1939.ampliar foto
Exiliados españoles, que viajaban en el barco Sinaia, a su llegada a Veracruz (México), el 13 de junio de 1939.

La mayor parte del exilio intelectual no ha sido incorporado de forma natural al patrimonio español. Salvo el caso de los desterrados de primera fila como Luis Cernuda, Rafael Alberti, María Zambrano, Pedro Salinas o Francisco Ayala, el resto vive aún en el exilio puesto que es imposible encontrar sus libros en España, así en el franquismo como en la democracia. “Las obras que mencionamos en el capítulo de Creación debieran ser obras presentes en el catálogo de la Biblioteca Nacional de Madrid a disposición de cualquier lector. Son parte de nuestro patrimonio literario e intelectual, sin cuyo conocimiento nunca estará completa la historia de la cultura”, asegura Manuel Aznar Soler, catedrático de Literatura Española Contemporánea de la Universitat Autònoma de Barcelona, director del GEXEL y coordinador del libro junto al profesor José Ramón López García. “La recuperación de esta biblioteca del exilio y de la historia de nuestro exilio republicano de 1939 debería haber sido un tema prioritario de la política cultural de Estado y sigue siendo una asignatura pendiente”, añade.

Cada entrada del diccionario es un viaje en el tiempo hacia esas biografías del exilio y también un recorrido por la España del destierro, la que crearon los exiliados, como tantas veces relató Max Aub. En México DF se reunían en cafés como el Papillón, en la antigua calle Madero, que les recordaba la Carrera de San Jerónimo de Madrid, o el Ambassadeurs del Paseo de la Reforma que les evocaba el restaurante Lhardy. Con Francisco Ayala se viaja a Buenos Aires: allí frecuentaban los cafés de la Avenida de Mayo, que era como la calle de Alcalá trasplantada al otro lado del mundo.

En los mapas del exilio que ahora se descubren con este diccionario surgen otras ciudades-refugio para aquella España peregrina como París, Toulouse, La Habana, Nueva York, Montevideo o Londres. En Inglaterra, el autor malagueño Salazar Chapela, que llamaban el “tío de Londres”, recibía en La Bretagne, un restaurante en South Kensington y luego se iba a la sala de pintura española de la National Gallery. Así veían pasar el tiempo y la Historia de la que ya no formaban parte.

 

“Si terrible es el olvido de los exiliados, aún lo ha sido más para las mujeres. En este diccionario aparecen historias sorprendentes como la de Victoria Kent, la política republicana, escondida en un pequeño apartamento con nombre falso en el París de los nazis y cuyo sufrimiento relató en el libro Cuatro años en París; la historia de la poeta Concha Méndez, o de María Lejárraga, que había sido esposa de Gregorio Martínez Sierra y desde el exilio tuvo que reivindicar la autoría de los textos que firmó con el nombre de él.

Algunos de aquellos exiliados se adaptaron sin problemas, o sobrevivieron pero jamás lograron adaptarse, otros idealizaron España hasta confundir sus recuerdos y la realidad, otros murieron antes de regresar a un país que ya no era el que recordaban como subrayó desolado Max Aub en La gallina ciega.

Hay momentos especialmente trágicos al repasar las entradas biográficas de los exiliados que nunca lograron adaptarse como Pedro Garfias al que solían ver platicar con fantasmas en las tabernas de México. Garfias es uno de los símbolos derrotados del exilio con su cátedra de cantinas y emérito del pulque. El poeta se bebió la vida dejando sus versos abandonados en servilletas de las tabernas. Parecía el más alegre, pero fue el que nunca asumió la derrota. Este diccionario cuenta su historia y la de más de un millar de aquellos expulsados a los que al morir, como decía el verso de Juan Rejano, “les hallaron España en el pecho”.

 

 

EDITORIALES PARA LA SUBSISTENCIA
Este diccionario revisa, supera y amplía la obra mítica que en 1976 editó Taurus y que dirigió José Luis Abellán: El exilio español de 1939, en la que participaron autores desterrados como Manuel Andújar, Aurora de Albornoz, Tuñón de Lara o Juan Marichal. Abordaba el exilio desde la literatura, el teatro, el cine, la ciencia o el pensamiento. Y trataba un elemento fundamental en el que también incide el diccionario: la importancia de las revistas y las editoriales en los países de acogida, fundamentales para la subsistencia con el encargo de traducciones, correcciones, ilustraciones… Es el caso del Fondo de Cultura Económica de México o la bonaerense Losada.

 

Sources :

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/06/13/actualidad/1497374517_678085.html

http://www.ecorepublicano.es/2017/06/un-diccionario-recopila-la-biografia-y.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+ecorepublicano%2FfIqR+%28Eco+Republicano%29

 

 

“LOS BOMBARDEOS SOBRE SANTANDER FUERON CONTÍNUOS”

Le 1er août 1937, Pedro, 9 ans et son frère José Luis (« Cholo »), 11 ans, ont fui les bombardements de Santander vers la France. Après un séjour au Danemark ils intégrent l’école Freinet à Vence (Alpes-Maritimes) « pour nous la meilleure du monde ». Pedro et Cholo sont les deux premiers espagnols qui reçoivent l’enseignement de Célestin Freinet. Une institutrice espagnole complétera l’équipe pédagogique en 1937 pour accueillir un autre groupe d’enfants réfugiés.

Le Mouvement Coopératif de l’Ecole Populaire (MCEP) présente le livre de Pedro Morá « Un niño de la guerra en la escuela Freinet » (« Un enfant de la guerre dans l’école Freinet »). Pedro est aujourd’hui âgé de 89 ans.


 

El 1 de agosto de 1937, Pedro, de nueve años, y su hermano Cholo, de 11, huyeron de los ataques de la aviación franquista sobre la capital cántabra rumbo a Francia y, tras su paso por Dinamarca, acabaron recalando en la Escuela Freinet, “para nosotros, lo más grande que hay en el mundo”.

El Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (MCEP) presenta el libro ‘Pedro Morán. Un niño de la guerra en la Escuela Freinet’, sobre la historia de aquel pequeño refugiado que hoy tiene 89 años.

Pedro Morán (con mochila) a finales de los años treinta en Vence, junto a varios compañeros de la Escuela Freinet | MCEP

 

Pedro Morán (con mochila) a finales de los años treinta en Vence, junto a varios compañeros de la Escuela Freinet | MCEP

 

Isidro Cicero ha destacado que los que se echaron al monte son ante todo víctimas del franquismo, como lo son los fusilados, los que trabajaron como esclavos en los campos de concentración, los que tuvieron que exiliarse… o los niños de la guerra. Una de estos últimos es Pedro Morán (Santander, 1928), que no se echó al monte pero se echó al mar, y es que en 1937 tuvo que alejarse de su ciudad natal junto a su hermano José Luis ‘Cholo’ y embarcar rumbo a Francia huyendo de las bombas que caían sin descanso sobre la capital cántabra. Pedro recuerda que “el primer bombardeo de los fascistas” sobre Santander se produjo un domingo por la mañana, que a partir de entonces los ataques de la aviación franquista fueron “continuos” y que muchos de ellos “castigaron los alrededores” de su barrio, San Martín. “Como los bombardeos de la aviación franquista sobre Santander eran bastante seguidos, mi padre dijo que teníamos que salir de allí, porque corríamos un grave peligro, y consiguió que nos evacuaran a Francia a mi hermano Cholo y a mí”, explica justo ochenta años después.

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‘Ploubazlanec’, el buque francés que trasladó a los niños desde Gijón hasta Pauillac

 

“Las autoridades danesas no hicieron nada, pero las organizaciones obreras se volcaron con nosotros”

Los hermanos Pedro, de nueve años, y Cholo, de 11, huyeron de Santander el 1 de agosto de 1937 y al día siguiente embarcaron en el buque francés ‘Ploubazlanec’ –que se alejó de Gijón escoltado por dos barcos ingleses encargados de disuadir a la armada franquista– junto con otros niños de la guerra vascos, cántabros y asturianos. El 3 de agosto atracaron en el puerto galo de Pauillac y en Francia recibieron tres semanas después la “malísima noticia” de que las tropas franquistas habían tomado Cantabria. “Todos lloramos recordando a nuestras familias, pues sabíamos que a muchos de los que cogían prisioneros los fusilaban sin más ni más, sólo por ser de izquierdas”, asegura Pedro. Un mes después, cada uno de aquellos niños de la guerra amaneció una mañana con un cartel a los pies de su cama donde se podía leer su destino definitivo. Parte de ellos fueron enviados a la URSS, y la otra parte –122 niños, entre los que se encontraban Pedro y Cholo–, a Dinamarca, hacia donde embarcaron una semana después. “En la escuela donde nos alojaron estábamos los chavales españoles a cargo de la gente del Sindicato Obrero de Dinamarca, que se portó maravillosamente con nosotros”, recuerda Pedro, que destaca que “las autoridades no hicieron nada, pero las organizaciones obreras se volcaron con nosotros”. Como se volcaron los periódicos daneses, que dedicaron numerosos artículos al día a día de aquellos pequeños refugiados.

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Cholo, su padre, León; Pedro y su amigo Laurence, en una visita de León a Vence  | MCEP

No habían pasado dos semanas cuando Pedro, Cholo y otros dos niños también cántabros fueron trasladados a las proximidades de la localidad francesa de Vence, donde les esperaba un centro educativo que cambiaría sus vidas para siempre: la Escuela Freinet. “Para nosotros, lo más grande que hay en el mundo”, asegura Pedro. Dirigida por los maestros franceses Célestin Freinet y su esposa Elise –padres del denominado materialismo escolar y referentes pedagógicos de categoría internacional–, la Escuela Freinet “era una escuela francesa, pero allí había de todo: polacos, daneses, argelinos, judíos, de Marruecos y 38 españoles”, entre ellos Pedro y Cholo. Los Freinet son autores de numerosos libros de pedagogía, libros que “no gustaron a la gente más reaccionaria, que hacía la vida imposible al matrimonio” sólo porque su pedagogía “defendía a las clases populares, a los trabajadores”, recalca Pedro.

El documental ‘Elogio del horizonte’ recoge la historia de aquellos pequeños refugiados

Aquel pequeño refugiado presentó el pasado 27 de abril en el Parlamento de Cantabria el libro ‘Pedro Morán. Un niño de la guerra en la Escuela Freinet’, un trabajo colectivo editado por el Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (MCEP), coordinado por Sebastián Gertrúdix y prologado por la escritora Rosa Regás, que también fue alumna de Freinet. El MCEP, inspirado en la filosofía de Freinet, dio con Pedro gracias a la exposición ‘Los niños de la guerra cuentan su vida, cuentan tu historia’ que el propio Legislativo autonómico acogió en 2015. Allí se proyectó el documental de Iñaki Ibisate, narrado por Josefina Ceballos, ‘Elogio del horizonte. Los niños de la guerra evacuados a Dinamarca’ (2009) y se celebró una mesa redonda en la que Pedro trasladó a los presentes su inolvidable experiencia en la Escuela Freinet, que llegó a oídos de Enrique Pérez Simón, miembro del MCEP y seguidor de los métodos del maestro francés, que hasta entonces no había conocido personalmente a ningún alumno de su gran referente pedagógico. “Imagina lo que supuso encontrar un testimonio vivo”, apunta Pérez Simón –uno de los artífices de ‘Pedro Morán. Un niño de la guerra en la Escuela Freinet’– junto al propio Pedro, que lo escucha atentamente mientras asiente.

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Pérez Simón, Pedro Morán, Gertrúdix y la presidenta del Parlamento, Dolores Gorostiaga

En plena II Guerra Mundial, “Franco reclamó a los niños de la guerra y la URSS dijo que no, pero Francia nos devolvió a él”, por lo que en 1940 Pedro y Cholo dejaron la Escuela Freinet y regresaron a Santander, donde no encontraron “más que hambre”. Rechazados “por rojos” en varios centros educativos, sólo pudieron matricularse en las Escuelas Verdes del barrio de Entrehuertas, “el único colegio en el que un maestro nos admitió”. De aquel Santander Pedro recuerda la muerte del guerrillero antifranquista Pin Lavín ‘El Cariñoso’, abatido el 27 de octubre de 1941 en la calle Santa Lucía de la capital cántabra. “Iba a la zona a reunirme con unos amigos, pero aquel día no pudimos hacerlo, porque estaba todo cercado por la policía y no nos dejaron pasar”, rememora. Y los últimos días del Dr. Madrazo, cirujano y científico que “murió de pena” el 8 de noviembre de 1942, a los pocos días de abandonar gravemente enfermo la cárcel en la que había sido encerrado en 1937, a los 87 años de edad, acusado de anticlericalismo.

Viajando en moto de Santander a Bilbao pudo ver cómo “cantidad de guardiaciviles bajaban del monte con una cuerda” el cadáver de Paco Bedoya

Pedro dejó atrás su infancia, se hizo navegante –como su padre, León– y, como Pérez Simón, vio las “al menos dos grandes pintadas a brocha” con el lema JUANÍN VIVE con las que amaneció Santander tras la noche del 24 de abril de 1957 en que mataron al guerrillero antifranquista lebaniego, “una inmensa en Atarazanas, junto a la Catedral de Santander, y otra en la iglesia de los Pasionistas”. El 2 de diciembre de aquel mismo año mataron al también guerrillero antifranquista Paco Bedoya, y viajando en moto de Santander a Bilbao también pudo ver, a la altura de Guriezo, cómo “cantidad de guardiaciviles lo bajaban del monte con una cuerda”.

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Célestin Freinet

Célestin Freinet et son épouse Lise créent une école aux méthodes nouvelles à Vence (Alpes- Maritimes) d’ inspiration autogestionnaire et libertaire .

En français :

https://fr.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9lestin_Freinet

 

Pedro tampoco olvida a Jesús Revaque, director del colegio santanderino Menéndez Pelayo durante la II República, director del profesorado español desplazado a Dinamarca para encargarse de la enseñanza de los niños y exiliado finalmente en México. “Un referente de la enseñanza de Cantabria, aunque se escuche hablar poco de él”. Y sobre todo no olvida a Freinet, del que también se escucha hablar poco a pesar de que “acogió y enseñó a 38 españoles en Vence”, aunque “el Gobierno español no se lo ha reconocido nunca, nunca ha tenido ningún reconocimiento oficial”.

Pedro tiene 89 años y vive en su Santander natal. Cholo, de 91 y autor de dibujos –muchos de ellos, de temática antifascista– que un día asombraron a aquella su familia de Vence y a los lectores de los periódicos que los editaron, continúa residiendo en Francia, aunque su memoria ya apenas le permite recordar.

 

A Pauillac, dans le Médoc, le port de Trompeloup a joué durant cette période le rôle d’une fantastique plaque tournante, (86 059 réfugiés y ont transité), réfugiés venus d’Espagne et dirigés vers des camps de regroupement sur le territoire français. Au contraire d’autres réfugiés déjà en France qui embarquent sur des navires en partance pour l’Amérique latine.

Le Winnipeg en partance pour le Chili, à Pauillac, navire affrété par Pablo Neruda :

http://france3-regions.francetvinfo.fr/nouvelle-aquitaine/gironde/le-chili-celebre-le-winnepeg-bateau-parti-de-pauillac-pour-sauver-des-refugies-espagnols-grace-neruda-542234.html

 

Source :

http://www.eldiariocantabria.es/articulo/cantabria/bombardeos-santander-fueron-continuos/20170525112229030330.html

 

Solidarité internationale antifasciste

Solidarité internationale antifasciste, en espagnol Solidaridad Internacional Antifascista (SIA), est fondée en Espagne, le 27 mai 1937, par la Confédération nationale du travail (CNT) avec les autres organisations libertaires, la Fédération anarchiste ibérique (FAI) et la Fédération ibérique des jeunesses libertaires (FIJL), composantes du Mouvement libertaire.

À la fois organisme humanitaire et politique en faveur de l’anarchisme, SIA est conçue comme une réponse à la mainmise des communistes et de leurs organisations (le Secours rouge notamment) sur la vie publique et politique lors de la guerre d’Espagne.

Pour compenser la faiblesse du mouvement libertaire hors d’Espagne et donc le manque d’appuis internationaux pour la CNT, la décision officielle de créer une organisation de solidarité internationale est prise par le plénum national de la centrale anarcho-syndicaliste à Valence le 15 avril 1937.

SIA est effectivement créée en juin2, après les affrontements des journées de mai 1937 à Barcelone qui opposent, d’une part les anarchistes et des groupes communistes anti-staliniens partisans de la Révolution sociale et d’autre part l’Etat républicain, la Généralité de Catalogne et des groupes politiques socialistes et communistes.

Conçue dès le départ comme une organisation humanitaire ayant pour but de soutenir le mouvement libertaire espagnol et la révolution sociale, SIA est pendant toute la guerre d’Espagne un moyen de diffusion des idées anarchistes.

Pour le Mouvement Libertaire Espagnol (Movimiento Libertario Español – MLE), cette structure doit permettre de combler le besoin vital qu’a la CNT de trouver des soutiens à l’étranger pour contrer politiquement l’Internationale communiste et améliorer son approvisionnement en armes, matériel médical, vivres, etc. Même si la CNT fait partie d’une organisation internationale, l’Association internationale des travailleurs, cette dernière n’a que très peu d’influence et de marge de manœuvre pour l’aider.

La création de la SIA, une fois votée et décidée par la CNT commence par la mise en place des sections locales, tout d’abord en Espagne. Dès le 5 juin 1937, des groupes sont constitués avec l’appui du mouvement libertaire.

En quelques mois, SIA va regrouper des milliers d’adhérents (plus de 150000 ?) et de groupes (plus de 400 en Espagne républicaine ?).

Actions humanitaires

Si la SIA est d’abord créée comme moyen politique au service du mouvement libertaire, elle est rapidement amenée à intervenir sur le terrain afin de pallier le manque d’efficacité des organismes déjà en place.

Entre juin 1937 et janvier 1939, les sections hôpital et sanitaire de la SIA sont présentes, tant au Front qu’à l’arrière. Reconnues par l’État-major républicain et le gouvernement de Valence, des brigades de sauvetage au Front assurent le transport des blessés des zones de combat à l’arrière, et apportent les premiers secours aux combattants. Elles sont composées de volontaires, médecins, infirmières, brancardiers. Cette action sur le Front, se double d’une action à l’arrière en faveur des combattants. Un hospice pour les blessés de guerre est créé et la SIA gère, en commun avec la CNT, quatre hôpitaux militaires en Catalogne. Leur approvisionnement est assuré par l’organisation.

En ce qui concerne l’aide des sections sanitaires et hospitalières aux civils, elle est surtout marquée par la constitution d’une brigade de volontaires équipés de matériel médical et de recherche pour porter secours aux civils victimes de bombardements. C’est le service d’action sociale de la SIA qui effectue la plus grosse partie du travail de solidarité : envoi de colis pour les combattants et les civils, ouverture et gestion de lieux publics (casa de dormir, qui correspondent à des foyers d’hébergement, restaurant du milicien, restaurants populaires, etc.), mais aussi distribution de nourriture, de vêtements, de repas. Cette action sociale est large et dépend des sections locales qui l’organisent selon les besoins et les forces disponibles. L’organisation gère également la distribution les dons venant de l’étranger.

Pour aider les enfants orphelins ou réfugiés, la SIA a ouvert trois garderies à Barcelone, un foyer à Badalone installé dans un ancien couvent et des colonies à Masnou, Rabos, Cervera, Beguda Alta, Esparraguera, Sabadell (Catalogne) et deux foyers pour enfants à Madrid.

Solidarité internationale

Organisation politico-humanitaire, ayant une action non négligeable en Espagne, la SIA est aussi une organisation internationale.

De sa création, en juin 1937, aux premiers mois de 1939, un certain nombre de sections étrangères voient le jour. Les premières sections à être créées, avant la fin 1937, sont les sections française, suédoise, britannique, portugaise et nord-africaine.

Le 30 octobre 1937, à Paris. Lors du congrès de l’Union Anarchiste, le Comité pour l’Espagne Libre créé par Louis Lecoin, Nicolas Faucier, Pierre Odéon et Pierre Le Meillour se transforme (à la demande de la CNT-FAI) en section française de Solidarité internationale antifasciste et édite, à partir du 10 novembre 1938, l’hebdomadaire du même nom SIA. La section française compte 15000 adhérents et son journal, 5500 abonnés, en février 1939. Elle organise l’envoi de vivres, d’argent et de médicaments au profit des libertaires espagnols. Le produit des souscriptions lui permet d’entretenir une colonie d’orphelins à Llançà non loin de la frontière française. Mais ses activités ne se limitent pas à ces actions d’ordre humanitaire, elle organise également l’expédition d’armes et de munitions à l’intention des anarchistes espagnols qui en manquent cruellement. Le journal est interdit par le gouvernement en avril 1939.

La section nord-africaine ne concerne que la partie espagnole du Maroc d’où une partie de la rébellion nationaliste est partie et est créée par des militants de la CNT entrés en clandestinité et qui se réfugient dans les territoires français pour échapper aux troupes nationalistes.

Dans le Portugal d’António de Oliveira Salazar, la section ne peut avoir qu’une activité clandestine. Même si elles existent sur le papier, la création de ces sections est donc plus un effet d’annonce qu’une existence et une implantation réelle.

Au Royaume-Uni, Emma Goldman, fait partie du conseil d’honneur de la SIA, est sollicitée pour constituer autour d’elle une section britannique.

En Suède, c’est la centrale anarcho-syndicaliste Sveriges Arbetares Centralorganisation qui fonde la section.

En janvier 1938, la section américaine est créée autour du syndicaliste et théoricien allemand exilé aux États-Unis, Rudolf Rocker.

Dans le premier semestre 1938, des sections sont créées en Argentine, au Chili, au Mexique et en Uruguay. Dans ces pays hispanophones, ce sont souvent des militants exilés de la CNT, informés par le biais de leurs anciens camarades, qui sont à l’initiative.

En Chine, c’est autour de Chang-Ching-Chiu, qui a effectué plusieurs séjours en Europe, que se forme la SIA locale.

Aux Pays-Bas, c’est Harm Kolthek, militant anarcho-syndicaliste, qui fonde la section hollandaise.

En Australie, ce sont d’anciens militants de la CNT et de la FAI, exilés après la répression de la grève dans les Asturies en 1934, qui créent des sections à Melbourne et Sidney en mars 1938.

En tout, il existe fin juin 1938 treize sections nationales de la SIA.

Le 1er novembre 1938, lors de la réunion internationale de la SIA tenue à Paris, est mentionné l’existence d’une section polonaise ainsi que de sections palestinienne, canadienne et japonaise en création auxquelles il faut ajouter celles de Cuba et Honolulu, qui ne fait pas encore officiellement partie des Ètats-Unis.

Au début de l’année 1939, en a peine plus d’un an d’existence, la SIA est une organisation qui revendique des sections dans une vingtaine de pays, réparties sur les cinq continents.

Renaissance en 1945

Après la Deuxième Guerre mondiale, mi-juin 1945, Solidarité internationale antifasciste (en exil) est reconstituée à Toulouse par des réfugiés espagnols.

La section belge est fondée le 18 mai 1946 et rassemble des anti-fascistes anti-staliniens (voir Anarchisme en Belgique). L’association organise la défense des demandeurs d’asile qui ont fui leur pays et les régimes autoritaires. Elle constitue un lieu de rencontre pour les immigrés dont les nombreux espagnols anarcho-syndicalistes de la CNT en exil.

Personnalités

En Espagne

En 1937, Lucia Sanchez Saornil, est secrétaire de presse et propagande de la SIA. L’année suivante elle est secrétaire du Conseil Mondial de SIA et en mai est nommée secrétaire national. Elle fait pendant toute cette période de fréquents voyages en France pour y recueillir vivres et aides.
En juillet 1937, Pedro Herrera Camareto est le secrétaire du Comité national de la SIA16.
En 1939, Mateo Baruta Vila (1901-1980), est le secrétaire national de SIA.
Renée Lamberet développe une intense activité au sein de la SIA, notamment avec la colonie d’enfant Spartaco organisée à Ajentona par le syndicat CNT des chemins de fer et la colonie organisée à Llançà pour accueillir des enfants réfugiés du Pays Basque, des Asturies et du front de Madrid4,.

En France

Edgar Morin : « Mon premier acte politique fut d’intégrer une organisation libertaire, Solidarité internationale antifasciste, pour préparer des colis à destination de l’Espagne républicaine. »
En 1937, Fernand Vintrigner, gérant du journal SIA, organe de la section française.
Nicolas Faucier, trésorier, en 1937, de la section française.
Jean Roumilhac, premier président, en 1937, de la section française
Louis Lecoin, secrétaire, en 1937, de la section française.
Henri Jeanson,.
Robert Louzon.
René Lochu
Paul Reclus participe, en 1937, à la Solidarité internationale antifasciste.
Fin 1944, Jean-René Saulière réorganise la SIA dont il devient le secrétaire général.
Émilienne Morin

En Belgique

Jean De Boë est parmi les fondateurs de la section belge.

Citation

« La SIA espagnole demande au peuple français solidarité complète pour aider à évacuer la population des zones d’opérations où l’armée de la liberté résiste héroïquement devant l’avalanche barbare. Nous prions la France républicaine, la France issue de 1789, de recevoir nos enfants, nos vieillards, nos femmes et de leur faire bon accueil. Ils le méritent. Mille et mille fois merci » – Télégramme envoyé par Mateo Baruta Vila et Lucia Sanchez Saornil au nom de la SIA, 26 janvier 1939.

Commentaire

Selon l’historien Valentin Cionini : « Émanation du MLE, la SIA est destinée à apporter un soutien politique et matériel aux anti-autoritaires espagnols sous couvert d’actions de solidarité. Pourtant, les réalités de la guerre amènent la SIA à évoluer. Que cela soit dans ses objectifs, ses méthodes, cette évolution laisse peu à peu au second plan l’idéologie, pour développer l’acte de solidarité. Mais même en recentrant son action sur la solidarité en faveur des victimes de la guerre, la SIA n’oublie pas que cette aide doit être apportée en priorité à son propre camp. A aucun moment des actions de secours en faveur des nationalistes ne sont envisagées. La SIA réserve ses activités au camp républicain. Cette sélectivité est importante dans la construction de la SIA. Pour des raisons matérielles, idéologiques, le refus de secourir ceux qui ne sont pas de son côté forge son identité. […] Construite par le mouvement libertaire en Espagne et dans les autres pays où elle a une section, la SIA ne se détache à aucun moment de celui-ci. Il lui est difficile de couper les liens qu’elle entretient avec un mouvement qui a tout fait pour la mettre sur les rails et l’imposer dans le paysage de l’aide internationale […] qui voi[en]t dans la SIA la structure internationale qui leur manque face au développement des organisations communistes. »